domingo, 24 de mayo de 2009

Mabel Tolkien: Una Mujer de Hierro

Autor: Juan José Dobles

El 14 de noviembre de 1904, en una pequeña casa de Edgbaston, Inglaterra, murió Mabel Suffield tras pasar seis días en coma diabético. A penas tenía 34 años de edad y dejaba huérfanos a dos hijos: Hilary Arthur Reuel Tolkien de 10 años y John Ronald Reuel Tolkien de 12. Para el Profesor Tolkien la memoria de su madre siempre estaría envuelta en dos sentimientos contradictorios: la cálida ternura de su recuerdo y el frío desconsuelo de su muerte prematura.

Mabel nació en Yardley, Warwickshire, en enero de 1870 en el seno de una conservadora familia anglicana. Su padre era John Suffield Jr y su madre Emily Jane Sparrow. El nombre de sus hermanos no está tan claro. Según algunos censos de la época, habría tenido hasta seis hermanos: John, Roland, Edith May, Emily Jane, William y Rose, esta última murió en 1886 cuando apenas tenía siete años. Sin embargo, autores como F. Schneidewind sólo mencionan a dos hermanas: Beatrice Suffield y Jane Neave. Esto podría deberse a confusiones con el nombre de casadas de algunas de las esposas de sus hermanos.

La fe de su familia la llevaría desde muy joven a África, en donde fue misionera cuando aún no había cumplido los 20 años. Según algunas biografías, este período lo habría pasado en la isla de Zanzíbar, en la costa índica de Tanzania.

A su regreso a Inglaterra conoció a Arthur Reuel Tolkien, un empleado bancario 14 años mayor que ella. Pronto se enamoraron y se comprometieron en 1888. Pero esta relación fue censurada por el padre de Mabel, quien no veía futuro en Arthur. Buscando mejorar su posición ante los ojos de John Suffield, Arthur acepta un puesto en el Banco de África y es enviado a fines de 1890 como director de la filial de Bloemfontein, capital del Estado Libre de Orange (actual Sudáfrica) en donde se había descubierto recientemente grandes yacimientos de oro y diamantes. A pesar del nuevo cargo de su prometido, Mabel no obtiene el permiso de su padre para casarse, por lo que decide dejar Inglaterra sin el consentimiento paterno y encontrarse con Arthur en África. En marzo de 1891 desembarca del vapor Roslin Castle y el 16 de abril contrae nupcias en la Catedral de Ciudad del Cabo en Bloemfontein.

El 3 de enero del año siguiente nace su primer hijo: John Ronald Reuel Tolkien. El 17 de febrero de 1894 nace Hilary. Aunque la pareja se sentía bien en Bloemfontein, el calor excesivo y la falta de humedad afecta negativamente a los pequeños. Mabel le pide a su marido volver a Inglaterra, pero este no puede dejar su puesto inmediatamente, por lo cual Mabel y los niños tienen que regresar solos en abril de 1895 a bordo del SS Guelph.

Mabel se instala en casa de su hermana Jane en Birmingham mientras espera el regreso de su marido. Sin embargo, este regreso nunca se da. Arthur cae víctima de una fiebre reumática y hemoptisis. Mabel decide viajar a Bloemfontein para cuidar a su esposo, pero antes que pueda embarcarse recibe un comunicado que le informa el fallecimiento de Arthur el 14 de febrero de 1896. Con tan sólo 26 años Mabel se encuentra viuda y con dos niños pequeños de los cuales hacerse cargo.
Decide rentar una casa pequeña en la localidad rural de Sarehole, en las afueras de Birmingham, mientras encuentra la manera de sacar adelante a su familia. Los siguientes cuatro años los niños Tolkien son educados por su madre en botánica y literatura. Aprenden a leer y escribir y comienzan a estudiar algunos clásicos literarios. Sopesando sus posibilidades económicas Mabel se da cuenta que la única opción para que sus hijos tengan una buena educación es si ganan una beca en algún centro de estudio.

En 1900 Mabel y su hermana May se convierten al Catolicismo, lo cual las pone en franca oposición a las creencias de su familia. Si bien la situación económica de los Tolkien no era buena, esta empeora al perder Mabel el apoyo familiar. A finales de ese año deben mudarse a Moseley, a una casa que el Profesor Tolkien siempre va a recordar como “horrorosa”. Tolkien logra ingresar al King Edward VI School, pero por motivos económicos tiene que abandonarlo al poco tiempo. Nuevamente la familia se muda en 1901. Esta vez a una casa detrás de la estación de trenes King´s Heath. Mabel se ve obligada a inscribir a Tolkien en el colegio St. Phillips, cerca del Oratorio de Birmingham, en el suburbio de Edgbaston, y a principios de 1902 la familia se muda a una pequeña casa al lado del colegio.

En el Oratorio, Mabel conoce a quien se va a convertir en su gran ayuda y consejero: el sacerdote Francis Xavier Morgan, quien se siente afligido ante la situación económica de la viuda y sus hijos y decide ayudarla económicamente.
Para Mabel lo más importante es la educación de sus hijos, pues ve en ella la única posibilidad para que la familia salga adelante. Sin embargo, se siente sumamente disconforme con el nivel de enseñanza que recibe Tolkien en el St. Phillips. Al poco tiempo lo retira y decide darle ella misma lecciones en casa. Al lado de su madre Tolkien aprende latín, griego, matemáticas y literatura romántica. Mabel dedica varias horas al día a preparar las lecciones y repasarlas junto a sus hijos.
En 1903 Tolkien consigue una beca en el King Edward. Mabel escribiría que aquel logro de su hijo le parecía una señal de que los malos tiempos comenzaban a disiparse.

Pero no es así. A principios de 1904 los dos muchachos contraen sarampión y luego tosferina. Hilary, además, también se enferma de pulmonía. Debilitada por las largas horas en vela cuidando a sus hijos, Mabel termina en el hospital en donde se le diagnostica diabetes, una enfermedad mortal en esa época. Angustiada por el futuro de sus hijos, Mabel le pide al padre Francis que se haga cargo de la educación de ellos como su tutor, pues no desea dejarlos al cuidado de sus abuelos protestantes.

El padre Francis accede. Además, consigue una pequeña casa de campo en Rednal propiedad de la Iglesia para que la familia Tolkien pase allí algunos días y Mabel pueda descansar. Ella aprovecha para estar junto a sus hijos el mayor tiempo posible. A su regreso a Egbaston, Mabel sufre un colapso en su salud y cae en coma diabético. Seis días después fallece.

La vida de Mabel Tolkien fue una vida llena de sufrimiento y sacrificio, siempre procurando la mejor educación para sus hijos con la cual asegurarles el futuro. El Profesor Tolkien siempre recordaría eso. Su apego tan fuerte a sus creencias católicas se puede explicar a través de su percepción de que la muerte de su madre se debió en gran parte al abandono del que fue objeto por parte de su propia familia debido a su religión. Para Tolkien la ayuda económica que sus abuelos le negaron a Mabel hubiese impedido las pobres condiciones de vida que aceleraron la aparición de la enfermedad.

Dentro de su obra, el Profesor creó muchos personajes que reflejaban a su madre. Morwen, la madre de Túrin Turambar, y Théodwyn, la madre de Éomer y Éowyn, son sólo dos de los casos más notorios. Ambas se convirtieron prematuramente en viudas y ambas tuvieron que tomar decisiones fundamentales para el futuro destino de sus hijos.

Pero quizás el personaje más notorio fue Gilraen, madre de Aragorn II Elessar. Al igual que Mabel, Gilraen tuvo que enfrentarse a la oposición de su padre para poder casarse con Arathorn II, quien murió apenas dos años después del nacimiento de Aragorn. Gilraen optó entonces por establecerse en Rivendel, en donde buscó el apoyo de Elrond para educar a su hijo.
A través de todas estas mujeres de hierro, Tolkien plasmó la admiración que siempre sintió por su madre, quien se sacrificó para que él pudiese llegar a ser el gran hombre que fue.

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